La autora española compartió su vida y sus pasiones como escritora y lectora
Rosa Montero conversó sobre sus pasiones, su amor por los libros y por la escritura con jóvenes y personas aficionadas a su obra como parte del programa “Mil jóvenes con…” de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) 2025.
En una reunión con “el Tesoro de la feria”, como lo describió su presentadora Laura Niembro, la autora de La loca de la casa (2003), habló de su propia historia con los libros, que inició cuando era pequeña y sufrió de tuberculosis, además de que su familia tenía una amplia biblioteca de donde elegir los títulos.
Aseguró que leer y escribir es una “apuesta optimista” que involucra la mejor parte del ser humano y que lo conecta con otras personas.
“Hay tanta fe y tanta confianza en leer y escribir, en pensar que voy a entender lo que alguien ha escrito hace 200 años, lo que alguien ha escrito a 12 mil kilómetros, de que vamos a tocarnos el corazón y la cabeza quien lo escribe y quien lo lee”, afirmó.
Montero reveló que es una escritora consciente de la deuda que tiene con las y los lectores y con el tiempo que le dedican a comprar y consumir sus historias, tanto en los libros como en los artículos que escribe para diarios como El País.
“Soy una persona que se siente totalmente en deuda por esa voluntad de los lectores de leerme, porque el arte es comunicación y si no hubiera alguien al otro lado leyendo no tiene sentido. La historia de la literatura está llena de tremendas historias que perdieron literalmente a sus lectores y se volvieron locos o se pegaron un tiro”, comentó la también autora de La ridícula idea de no volver a verte (2013).
Dijo que las y los escritores son, antes que todo, apasionados lectores, y como toda persona aficionada a los libros reescriben en su propio imaginario cada texto que leen.
“Cuando leemos, reescribimos el libro que leemos, pero cada lectura es distinta. Si lees un libro que te gusta en dos épocas de tu vida, lees dos libros distintos. Al leer, cada persona pone en la narración su propio sentido de la belleza, su propia originalidad y su propia sensibilidad”, aseguró.
Crisis
La también periodista y autora de 20 novelas, libros de literatura infantil y de relatos, reveló que en su adolescencia tuvo crisis de pánico que le duraron hasta los 30 años, y aseguró que es necesario que las personas hablen de estos problemas de salud mental.
“Es algo que forma parte de lo que los seres humanos somos y además eso implica que lo vas a tener en tu vida o que lo va a tener alguien cercano, y que tú vas a estar afectado por eso de alguna manera; hay que quitar el horror y el desconocimiento que hay en los trastornos mentales, y normalizarlos”, consideró.
Una forma de “sacar la vuelta” a estos problemas es utilizar la imaginación para cualquier actividad que se desee, aunque especialmente aplicada al arte puede ayudar a estructurar el cerebro y sus funciones neuronales.
“El arte construye mucho, estructura mucho, ayuda mucho. Todos los que tengan tentaciones, por favor, hay que cultivarlas, porque eso te hace más fuerte y te hará vivir mucho más feliz”, aconsejó.
Montero, quien ha publicado también Te trataré como a una reina (1983) y Los tiempos del odio (2018), dejó la carrera de psicología para dedicarse a escribir, pidió a quienes estén interesados en la literatura y la escritura a respetar sus deseos y pasiones, y tomarse en serio a sí mismos, “porque si no, nadie más lo va a hacer”, sentenció.
“Uno de los grandes problemas que tenemos los seres humanos es saber qué queremos, cuáles son nuestros verdaderos deseos”.
“Hay gente que se muere sin saber qué es lo que desea hacer en la vida. Empezamos a vivir, de entrada, intentando ser aquello que nuestros padres quieren que seamos o lo que nosotros creemos que nuestros padres quieren que seamos, pero intentar de verdad saber qué es lo que quieres hacer de tu vida, ahí es donde empieza la libertad”, expuso.
Inteligencia Artificial, entre las bondades de la herramienta y el reto de ser manipulados
Aprovechó el espacio y a la audiencia reunida para conversar sobre la inteligencia artificial de la que dijo, queda pendiente un reto para ésta y la futura generación, que consiste en regular la también denominada IA.
“Es increíble, el chatgpt es algo muy simple de lo que realmente es la IA. Claro que es tentador y fascinante. Hay cosas maravillosas en eso, pero también hay peligros terribles. El primero es la manipulación de nuestras cabezas; los dueños de estas grandes empresas, y ya lo hacen a través del control, pueden pensar hacernos creer lo que les dé la gana. Los algoritmos nos están metiendo en un mundo pequeñito, sin ideas. El futuro está en vuestras manos”.
Detalló que con toda la información que se reúne en internet y estos programas se está construyendo una súper inteligencia que si no se regula puede condicionar a la civilización a la destrucción.
“Podemos convertirnos en una hormiga de esa súper inteligencia. Tenemos que pedir que se regule la IA, que tiene oportunidades llenas de dinero que hace que la gente se llene de avaricia. Otro fenómeno que está ligado a esto es la desinformación: en España el 73 % de las y los jóvenes se informan en las redes, y no me refiero a periódicos en internet, sino que lo hacen en TikTok por parte de otro amigo o par suyo, eso es muy peligroso; son los retos que vosotros deberán afrontar”.
Benito Taibo también viaja hacia los confines de la IA
Al lado del diálogo que entablaba Rosa Montero, el escritor mexicano Benito Taibo hacía una presentación con un juego de palabras que evocaba a la obra de Julio Verne, el cual, se denominó: Viaje al centro de la IA.
En su exposición, el autor de libros como Persona Normal (2011) aprovechó las bondades de la herramienta para conversar con una construcción de la figura y posible conciencia de Julio Verne, de quien Taibo describió como un autor reconocido para jóvenes, pero que en la realidad lo fantástico de su obra respondía a la era que vivió: una época de descubrimientos, de exploración, de ingenios y experimentos.
“Julio Verne se estaba anticipando a su tiempo. Él fue el primero que detalla un viaje a la luna. Yo estuve en la tumba de Julio Verne, que es un mausoleo con una lápida de dos metros por uno, que está rota, de la cual sale Verme, desnudo, haciendo el gesto de auxilio. Todo es una alegoría de que sus textos llegarán a un destino como el de hoy, como el de ustedes de este 2025”.
En la interacción que la IA permitió con el escritor francés, Verne respondió que sus novelas no retratan al amor porque tienen la búsqueda constante de la exploración hacia los límites del conocimiento; de igual forma dijo que en caso de poder viajar a algún punto elegiría el centro de la tierra y explicó que la tecnología descrita del Nautilus, el submarino que se describe en Veinte mil leguas de viaje submarino (1870) es un prodigio de la ingeniería y la imaginación que se basa en los avances náuticos y científicos de su época.
Ambos eventos de la FIL Guadalajara estuvieron nutridos por asistentes de jóvenes de Prepas UDG, quienes pudieron interactuar con preguntas y participación.