El compositor catalán habló sobre la libertad, la poesía, la música y la sociedad contemporánea
Como parte de las actividades de Mil Jóvenes con… dentro de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), el compositor y cantante Joan Manuel Serrat sostuvo una cálida charla con cientos de jóvenes y adultos, escucharon con atención lo que el catalán tenía que decir. En un Auditorio Juan Rulfo completamente lleno, y con la compañía del escritor Benito Taibo, Serrat tuvo una conversación donde relató anécdotas, y también hubo risas y consejos.
El autor habló sobre su lugar de origen, el cual se encuentra rodeado por el mar Mediterráneo, que, no obstante, su belleza ha sido un punto de origen bélico, explotación natural y violencia, que en la actualidad se ciñe contra los migrantes. Para Serrat, el fenómeno de la migración no es algo que debería ser cuestionado por los gobiernos, puesto que es algo intrínseco en la condición humana.
“No se puede poner cercas a la humanidad porque se ha migrado siempre. Se trata al inmigrante como si fuese alguien que va a robar. Se les trata como si fuese fácil abandonar el hogar, partir de la casa y empezar de nuevo. Los migrantes muchas veces son pobres, pero no son idiotas, se adaptan, se acoplan, trabajan, y los gobiernos deberían de tener un foco especial en ello; ¿Qué serían países como los Estados Unidos sin los migrantes?”, cuestionó.
Al pensar en la migración, sobre todo cuando es algo obligado, Serrat conectó con sus memorias, como cuando en el año de 1976 se tuvo que refugiar en México por ser perseguido por el franquismo en España.
“Llegar a México fue comenzar casi de cero. Recuerdo haber sido acogido por muy buenos amigos, mexicanos y españoles también exiliados. En aquel tiempo compré una pequeña camioneta a la que bauticé como La Gordita, con la que recorrí gran parte de este país haciendo que la gente conectara con mi música”, añadió.
Para los jóvenes que quieren dedicarse a la música, escribir y dedicar su vida al arte, el compositor dijo que en lo personal él se asume como una persona que cree poco en la vocación, “pero sí en el entusiasmo, el entusiasmo es lo que te impulsa a seguir, a aprender y ser feliz. Me he dejado llevar por el instinto, y eso es lo que me ha llevado a donde estoy. El único método para un creador es la constancia, si quiere tener un buen trabajo, no queda otra más que trabajar”.
Serrat mencionó que, dentro del mundo literario, la poesía es de las cosas que mueven e impactan cotidianamente, por lo que recomendó seguir leyéndola e interesándose por ella: “Soy un lector de poesía contemporánea, y en la poesía y en la música intento estar situado con mis emociones. Una de mis poetas favoritas es Wisława Szymborska, además de toda la prosa que compone el Siglo de Oro español. El amor fue lo que me hizo leer poesía, a Bécquer y Machado. No van a ganar dinero leyendo poesía, pero sí van a ganar momentos de placer y descubrimiento”.
Sobre el mundo actual, Joan Manuel declaró que está lleno de retos y cambios que impactan la vida de los jóvenes; sin embargo, recalcó que son pocas las cosas que la sociedad actual puede hacer para generar cambios concisos, por lo que la fe y los cambios cotidianos son la verdadera arma contra la pesadez diaria.
“El mundo actual es difícil, ideológica y culturalmente. Al estar pasando de una revolución industrial a una digital, son tiempos complicados, pero es más fácil pronosticar la fecha del fin del mundo que la fecha del fin del capitalismo; es una casta la que controla el mundo y es mucha la gente pobre y de clase media. No hay que tener miedo, yo creo en el activismo y la fe diaria del que trata de mejorar e impulsar la vida”, dijo.
Para el cantautor, a pesar del odio que se propaga rápidamente mediante redes sociales, es necesario comprender al otro para conformar una sociedad más justa y libre: “El diálogo es fundamental para la vida, una sociedad que no dialoga es una sociedad condenada al fracaso. La paz y la libertad se basan en respetar a la persona que piensa diferente a ti”, sentenció.
Con respecto a una vieja anécdota donde Benito Taibo y Joan Manuel fueron a ver un partido de futbol mexicano y que Serrat se declaró aficionado del Atlante por la similitud de los colores con los del Barcelona, Taibo le consultó si seguía con aquella afición, a lo que el “canta-lán” —como se definió a sí mismo— dijo ahora irle a los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y en Guadalajara a los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara (UdeG) “siempre me encantó aquella camiseta con los colores rojo, amarillo y negro”, concluyó.