Buscan comunidades indígenas el reconocimiento de la medicina tradicional

Desde la UACI trabajan en el fortalecimiento del sistema tradicional de salud

Rescatar y compartir los saberes fue la finalidad de la tercera edición del encuentro–taller dedicado al ejercicio de la medicina tradicional de los pueblos indígenas, organizado por la Unidad de Atención a Comunidades Indígenas de la Universidad de Guadalajara (UdeG), en el que participaron mujeres de las comunidades nñähñu, mixteca, purépecha y mazahua.

 

La capacitación estuvo dedicada a la prevención de las enfermedades como diabetes y anemia, con elaboración de tinturas, charlas y remedios para aplicarlos entre los habitantes de estas comunidades, especialmente los radicados en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG).

 

Cristina Martínez Hernández —indígena mazahua y presidenta de la Red Promotora de los Derechos de la Mujer Indígena en Jalisco— recordó que desde hace seis años trabajan de manera conjunta con la UACI y que esta jornada está dedicada a la medicina tradicional.

 

“En tiempo de pandemia mucho no se curaba con medicamento o te daban paracetamol, pero nosotros tenemos nuestra medicina y a veces los doctores nos impiden utilizarla, y en ese momento era, o le das tu medicina o tu paciente se va. La verdad, fue muy difícil, pero no imposible; a mi esposo le dio y con medicina tradicional se curó, no lo llevé al hospital”, dijo. 

 

Durante el taller, las participantes compartieron sus conocimientos y saberes sobre el tratamiento de dichas enfermedades y para elaborar remedios, con la intención de que sean reconocidos legalmente. “Nuestra petición es el respeto y reconocimiento legal a la medina tradicional elaborada con sustancias naturales y sin químicos”, indicó.

 

Lamentó algunas situaciones a las que se enfrentan las mujeres pertenecientes a estas comunidades en materia de acceso a la salud, como los obstáculos al momento de registrar a sus hijos que nacen por medio de una partera y no cuentan con la huella del bebé, y subrayó que aunque existen avances, aún falta camino por recorrer.

 

La responsable del Programa de Salud Intercultural en el AMG de la UACI, Gabriela Juárez Piña, explicó que con dichas comunidades trabajan algunos ejes estratégicos como la prevención y el ejercicio de los derechos humanos para el acceso a la salud.

 

“Hay toda una reflexión en torno a la prevención y en fortalecer el ejercicio de los derechos humanos para el acceso a la salud. Para los pueblos, lo más importante es el reconocimiento de su medicina tradicional sobre lo alópata, a la que no desconocen por completo. Vamos a hacer charlas tendientes al fortalecimiento del sistema tradicional de salud de los pueblos, donde va implícito el ejercicio de su medicina tradicional”, dijo. 

 

Emmanuel Zúñiga, pasante del doctorado en Ciencias de la Salud Pública del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), compartió que en conjunto con representantes de la comunidad wixárika, tanto en la sierra como en el AMG, trabajan sobre enfermedades crónico degenerativas, la alimentación y recuperación de la cultura.

 

“Me incorporé para hacer un análisis y un programa participativo de formación de promotores de salud en la comunidad. Ya hicimos una fase-diagnóstico con familias que viven aquí en la ciudad, donde existe un contraste drástico en cuanto a la seguridad alimentaria, pues se ve más afectada cuando llegan aquí”, señaló.

 

Explicó que un estudio hecho a 29 familias indígenas habitantes de Zapopan, evidenció que el 66 % se encontraba en algún estado de inseguridad alimentaria, y el 54 % de mujeres tenía la hemoglobina por debajo de lo normal.

 

“Sobre la presión arterial, nos dimos cuenta que el 28 % de la población en AMG ya tenía la presión elevada; 60 % de la población tiene al menos sobrepeso u obesidad. Con estos datos nos damos cuenta de que hay un desfase cultural al momento de venir a radicar aquí, quizás por las condiciones laborales”, precisó.

 

  • Boletín Informativo No. 096
    Laura Sepúlveda
    Jueves 21 de Marzo de 2024
    Guadalajara, Jalisco
    Fotografía: Adriana González